La distancia como concepto en defensa personal se concibe como el nivel de seguridad que existe entre el atacante o atacantes y el defensor en las diversas situaciones que pueden ocurrir. Yo las separo en 4. Primera zona: Zona Azul o de seguridad, segunda zona: Zona Amarilla o de Alerta, tercera zona: Zona Naranja o de riesgo y cuarta zona: Zona Roja o de peligro.
El siguiente diagrama muestra lo explicado anteriormente y un ejemplo de las distintas distancias existentes.
A sería el atacante y D el defensor. Depende de lo cerca que esté el atacante estaremos sometidos a más o menos peligro.
Ejemplo: Un enemigo situado en una zona de alerta que nos increpa o nos reta no supone ninguna amenaza directa puesto que todavía estamos seguros de cualquier ataque posible siempre y cuando sea de un arma blanca, contundente o ataques corporales. De lo contrario si esa distancia se reduce y entramos en una zona de riesgo pueden llegar ataques largos como patadas, objetos contundentes como palos etc. Si esa distancia se sigue reduciendo y entramos en una situación de zona de peligro estamos en verdaderos apuros puesto que nos encontramos ante cualquier tipo de agresión por parte del atacante y dentro de ellas las más peligrosas como ataques con arma blanca o proyecciones que puedan derribarnos y acabar en una situación de mucha desventaja.
Ante esto una cosa a tener en cuenta, en la medida de lo posible nunca pasar de la zona de alerta, siempre la seguridad está por encima de todo así que nos iremos a lo obvio y mantendremos la mayor distancia posible con nuestro agresor. En caso de armas arrojadizas o armas de fuego los principios serían otros que abordaremos en otro documento.
Jose Umpiérrez
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